El feminismo en el imaginario colectivo.
Feminism in the collective imagination.
Universidad Tecnológica de León.
Por: Claudia Beatriz Arrieta Zamora
Para la mayoría de las mujeres del mundo occidental ser llamada feminista es un insulto, el feminismo nunca ha sido sexy…el feminismo no ha muerto, ha evolucionado, si no les gusta el término cámbienlo, llámenlo Afrodita o Venus o lo que quieran, el nombre no importa, mientras sigamos entendiendo de qué se trata y que lo apoyemos1.
El Feminismo en el Imaginario Colectivo reúne los prejuicios e ideas erróneas sobre este concepto para aclarar su verdadero significado. Observa desde la raíz de la palabra, que parece inclinarse a favor de uno solo de los sexos (femenino), hasta expresiones provenientes del temor de un sistema de patriarcado que lo exhiben como una amenaza para la estructura social establecida. Introduce un listado de convencionalismos que son comentados y posteriormente se aproxima a la evolución del feminismo a través de la historia. Explica cómo el inicio radical del movimiento se ha convertido en neofeminismo, una filosofía con perspectiva de género en búsqueda de la igualdad; transformando el discurso extremista y victimizante, en uno de tipo incluyente cercano a las nociones de democracia, derechos humanos y justicia social que intenta reivindicar a la mujer en su carácter de ciudadana.
Palabras clave: Feminismo, perspectiva de género, sociedad incluyente, democracia, igualdad de derechos.
The Feminism in the Collective Imaginary gathers the prejudices and mistaken ideas about this concept to make its actual meaning clear. It observes from the root of the word, that it seems to lean towards only one of the sexes (femenine), up to expressions coming from the fear of a patriarchal system that exhibits it like a threat to the stablished social structure. The essay Introduces a list of conventionalisms that are commented and later approaches to the evolution of feminism thoroug history. It explains how at the radical start of the movement it has turned into neofeminism, a philosophy with gender perspective looking for equality; transforming the extremist and victimization speech, into an incluiding one close to democracy, human rights and social justice notions that tries to vindicate women into their citizen category.
Keywords: Feminism, gender perspective, including society, democracy, rights equality.
La idea generalizada en la sociedad moderna sobre el feminismo es que lo apoyan mujeres histéricas, amargadas, lesbianas, feas, férreas enemigas del sexo masculino. Por eso, afirmaciones como “yo no soy feminista; creo en la igualdad, pero no soy feminista”, son comunes y se escuchan no solo en la gente ordinaria sino aún en personas famosas para deslindarse de lo prejuiciado del término que produce vergüenza y temor.
El problema es que haya todo un sistema de creencias erróneo acerca del feminismo que sigue haciendo estragos en el movimiento, ya que al y a la feminista se les sigue viendo como políticamente amenazantes.
En la revista femenina5, la psicóloga Irene Moreno y la dibujante Isa Ibarriaga, mencionan ocho prejuicios en el imaginario colectivo respecto al término feminista:
1. Es cosa del pasado, no sirve para nada. |
Se ve como una lucha política del pasado que ya se resolvió. Ya la mujer puede votar, ir a la universidad y trabajar. No se observa la diferencia salarial, la preferencia de hombres para puestos directivos, no se reflexiona en la doble jornada laboral de la mujer (la crianza, las labores doméstica y el trabajo asalariado). |
2. Ser feminista es ser radical y exagerado. |
Son mujeres enojadas en una queja constante que reflejan amargura. Casi proponiendo que las mujeres calladitas y sonrientes se ven más bonitas. |
3. Es un asunto intelectual filosófico. |
Se ve como asunto exclusivo de intelectuales como si no tuviera que ver con la vida cotidiana. |
4. Es un tema controvertido. |
Se ve como un asunto que no tiene fin que solo hace enojar porque nadie se pone de acuerdo. Son fantasías. |
5. Ser feminista es ser anti-hombres. |
Es una reacción de la postura machista que se pone a la defensiva temiendo la caída de su poder. |
6. Ser feminista es ser amargada, implica superioridad de la mujer sobre el hombre. |
Esta es una idea muy común y equivocada porque la esencia del feminismo radica precisamente en la igualdad, no en la supremacía ni en la superioridad. |
7. Las feministas no son felices y no encuentran maridos. |
El hombre macho no puede imaginar tener una relación con una mujer independiente, teme a estar en pugna constante. |
8. Proponen acabar con la familia tradicional. |
El feminismo pretende armonizar las relaciones familiares y no destruirlas, mejorando las relaciones y compartiendo roles para facilitar la vida en pareja. |
9. Pretende abolir la maternidad. |
Defiende los derechos de la mujer para tomar decisiones sobre cuándo ser madre. |
Las razones históricas de estos prejuicios y de toda esta construcción mental acerca del feminismo pueden tener su origen, como afirma en la revista6, en los inicios del movimiento, ya que no se tenía definida su búsqueda, ya que la reflexión filosófica sobre la situación de la mujer en la sociedad ha ido madurando hasta nuestros días.
El tono inicial era revolucionario, de oposición y de reafirmación de la identidad femenina, casi afirmando que “ser mujer” era cuestión de superioridad. Además el movimiento tuvo, en sus inicios, una fase de emancipación radical que molestó lo establecido.
Es muy reciente, hasta el siglo XX, que la mujer se convirtió en ciudadana. Los significativos movimientos sufragistas logran el voto de la mujer en Inglaterra en 1917 y en Estados Unidos en 1920; en México fue apenas en 1953, con Adolfo Ruiz Cortines que las mujeres tuvieron este derecho.
El debate ha depurado el concepto hasta haber encontrado un nuevo florecimiento en los años 90´s, cuando el feminismo se unifica al concepto de democracia, a los derechos humanos y al ideal de justicia social; reivindicando a la mujer como ciudadana con derechos propios, de posesión, de oportunidades laborales, y reclamando para ella un trato digno para eliminar la violencia naturalizada que ha existido en su contra por el simple hecho de ser mujer.
Sara Sefovich, en su libro ¿Son mejores las mujeres?, hace una crítica demoledora a todo aquel feminismo que cree que la mujer tiene una esencia distinta a los hombres así lo menciona el artículo Feminismo en tela de juicio 7, afirma que para la socióloga Sefovich: “El feminismo ha pasado por momentos en que dominaba el enojo contra los hombres y se establece una relación entre “hermanas”, en un sentido existencialista. Pero después de eso, lo importante ha sido y sigue siendo su preocupación por la igualdad y la cuestión de la identidad”.
A principios del siglo XX, habían brotado los primeros movimientos por la igualdad de la mujer, sin embargo, la fuerza con la que el feminismo en los 70´s, llegó a México impugnando y denunciando acciones del gobierno causó una gran oposición por la virulencia con la que se instaló. Para los 90´s, afirma Lamas, se construye una nueva dinámica con nuevas fórmulas en el ejercicio ciudadano.
El movimiento feminista no ha sido homogéneo, ha tenido diferentes caras. En los 70´s se puede hablar de una demanda hiperradicalizada con la Coalición de la Mujeres Feministas en 1976 y el Frente Nacional de Lucha por la Liberación de los Derechos de las Mujeres en 1979, incluso los canales de comunicación se bloquearon debido a la irritación que causaban sus demandas.
Las mujeres se autocalificaban de víctimas totales o fundamentalmente más buenas, sensibles y honestas que los hombres, razón por la que aparecen como personas narcisistas que se autoalaban.
En esta época, en el imaginario colectivo dominaban estas creencias que promovían una política identitaria.
En la revista Debate feminista 6, Martha Lamas reconoce que el feminismo ha iniciado en base al dolor, así concuerda con Piero Barcellona quien plantea que la mujer necesitaba recuperar su subjetividad dentro de una existencia de sufrimiento. Explica que hay un proceso de conciencia del dolor que se experimenta debido a la opresión y discriminación de las que se ha sido objeto desarrollando un sentimiento de daño y victimización y es de esta manera que han nacido numerosos movimientos sociales. Y afirma que: “el sufrimiento no puede convertirse en el contenido de una propuesta”6.
Se hablaba de “nosotras las mujeres”, primer paso que se requería para recuperar la identidad, pero olvidando la multiplicidad; no se consideraba que en el concepto “mujer” comprendía una inmensa variedad.
En el artículo Feminismo, igualdad y diferencia 8 afirma que hay un feminismo de la igualdad y otro de la diferencia. El de la igualdad causa todo tipo de objeciones por los grandes miedos a la uniformización, como si se fuera a acabar con la cultura y la mujer fuera a asumir todas las conductas negativas de los hombres. Esta situación puede parecer rara y antiestética, sin embargo, dice Amorós, se trata de una igualdad como ideal ético, de cuestión de derechos constitucionales, jurídicos y de derecho al poder como ejercicio humano. No hay lugar para creer en la excelencia de la mujer: “…el oprimido ya tiene bastante con ser oprimido, no tiene la obligación adicional de ser estupendo”8, comenta la filósofa describiendo a la tan solo como un ser humano.
Con respecto al feminismo de la diferencia, afirma Amorós: “…surgió en buena medida como respuesta a la necesidad de asumir un nuevo sujeto colectivo, un nuevo nosotras, tal como se planteó en el neofeminismo”8. Todo grupo emergente necesita asumir un nuevo principio de identidad, y este movimiento de la diferencia cumplió con la toma de conciencia y la verbalización de las experiencias comunes de opresión.
El discurso feminista se sitúa hoy en día en lo que ahora se conoce como “perspectiva de género”, que comprende las relaciones entre los sexos y el origen de la subordinación de las mujeres. Es así que hubo un logro político al hablar de derechos humanos, democracia e igualdad.
El radicalismo feminista se ha reorientado a las prácticas democráticas dejando poco a poco el discurso victimizante, y es ahora un movimiento organizado para la construcción de una nueva sociedad incluyente, tolerante a la diversidad, que aspira al anhelo democrático que propicia una reivindicación de la mujer en tanto la igualdad de derechos en la esfera jurídica.
Ahora son la mujer y el hombre ciudadanos portadores de derechos, y ha quedado atrás el discurso reduccionista “nosotras”. El reconocimiento de la diversidad ha sido una reivindicación del feminismo que trata de lograr que la diferencia sexual no se traduzca en desigualdad.
El feminismo tiene la capacidad de espejear al hombre, dentro de este sistema patriarcal en una relación de tipo político totalitario. Se ve a este como represor, dominante, despótico, situación que incomoda al sector más conservador de la sociedad que experimenta una crisis de poder y un temor al empoderamiento de las mujeres.
El feminismo nació como una reacción al abuso de este poder y en sus inicios fue un movimiento más visceral. Sin embargo, ha evolucionado desde los 90´s y ha renacido como un fenómeno sociológico que es asunto de estudio en las universidades.
Las ideas equívocas, los prejuicios sobre el feminismo tienen su razón en el origen histórico y la oposición del sistema patriarcal que rechaza el cambio social. El término feminista ha sido objeto de burla e incluso de insulto a quien lo ostenta, pero es más por razones de ignorancia y temor, no todos saben de lo que realmente trata.
El feminismo actual en sus diferentes tonos y corrientes filosóficas sigue combatiendo en favor de la dignidad humana, es una propuesta optimista que cree que el mundo puede ser mejor, que la cultura puede evolucionar en favor de todos y todas. Desde la postura más aguerrida hasta la más pacifista procuran lograr la armonía social.
Temer al feminismo es temer a la equidad y a la justicia, a procurar un bien general para el ser humano, y a lograr un bien común tanto para hombres como para mujeres.
1. ALLENDE, Isabel. Isabel Allende cuenta historias de pasión [en línea]. Sara García Céspedes. Enero 2008 [ref. 16 de febrero 2016]. Disponible en web: https://www.ted.com/talks/isabel_allende_tells_tales_of_passion/transcript?language=es
2. Diccionario de la Lengua Española. Madrid, 1992. 21a ed. p. 958.
3. Diccionario de la Lengua Española. Real academia Española [en línea]. 23ª. Edición 2014 [ref. 16 de febrero 2016]. Disponible en web: http://dle.rae.es/?id=HjuyHQ5
4. CUMPLIDO, María José. El feminismo [en línea].El Quinto Poder. Santiago, Chile, 23 de septiembre 2014 [ref. 20 de abril 2016]. Disponible en web: http://www.elquintopoder.cl/genero/el-feminismo-y-la-idiotez-del-termino-feminazi/
5. PROYECTO KAHLO. ¿Quién teme al feminismo? [en línea]. España s.n., 31 diciembre 2013 [ref. 20 de abril de 2016]. Disponible en web: http://www.proyecto-kahlo.com/2013/12/quien-teme-al-feminismo/
6. DEBATE FEMINISTA [en línea]. México s.n.: 2001. [ref. 16 de febrero 2016]. Disponible en web:
http://www.debatefeminista.com/PDF/Articulos/delaau521.pdf ISSN: 1853-001X
7. SÁNCHEZ AMBRIZ, Mary Carmen. Feminismo en tela de juicio [en línea]. Siempre!, México s.n.: febrero 2013 [ref. 20 de abril de 2016]. Disponible en web: http://www.siempre.com.mx/2013/02/feminismo-en-tela-de-juicio/
8. AMORÓS, Celia. Feminismo, Igualdad y Diferencia [en línea]. Minmujer-Publicaciones. Venezuela s. n: 2014 [ref. 20 de abril de 2016]. Disponible en web: http://www.minmujer.gob.ve/
Fecha de recepción | Fecha de aceptación | Fecha de publicación |
---|---|---|
12/04/2016 | 15/04/2016 | 31/05/2016 |
Universidad Tecnológica de León. Todos los Derechos Reservados 2013 |