El Principio de Lavoisier The principle of Lavoisier Ver pantalla completa / Imprimir |
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Durante el siglo XVIII se encontraba en pleno apogeo la especulación acerca de los cuatro elementos tradicionales: aire, agua, tierra y fuego1, y fue en ese marco histórico cuando Antoine Laurent de Lavoisier, después de realizar varios experimentos, en el año 1774 logró definir lo que ahora conocemos como la Ley de la transformación de la masa2 (posteriormente ampliada al ámbito de la energía). Este principio es una de las bases del moderno desarrollo científico. En el presente texto se retoma la vida de Antoine Laurent como una referencia ilustrativa de la propia ley química establecida por él, y se incluye en este pasaje a Marie, su esposa, de quien las biografías narran que fue efectivamente su más estrecha colaboradora. Hace millones de años ya existías, solo que eras un extenso bosque de sequoias, de pastos, de oyameles, habitado por seres arborícolas, dominado por aves predadoras. Eras un hábitat de aguas cristalinas, con sales minerales que descendían de las montañas; eras un ecosistema de plancton, de peces, de tortugas que se alimentan de insectos nadadores. Sopló el volcán, llegó el viento, y trajo las manadas de bisontes, las parvadas de aves de colores, y la fuerza transformadora del hombre primitivo, quien salió de las cavernas a modificar la faz de las campiñas. Llegó el que recolecta los frutos salvajes de la tierra, arribó el que domestica a las especies que te dieron leche, carne, vida. Y aunque tú creías estar emparentado con esa raza primigenia, que luego evolucionaste desde el Pitecantropus hasta el humano moderno que habita el planeta por millones, tus hipótesis no eran del todo ciertas. En realidad, al buscar tu esencia, encontraste que estabas hecho de partículas que un día fueron piedra que rodó de las montañas; agua que se hizo gas, granizo, líquido de vida; grano de cereal que alimentó al jilguero y a la ardilla; seres que en cadena infinita llegaron hasta ti, y tú volviste a ellos en la línea continua del tiempo. Fuiste Antoine-Laurent: inquieto, inteligente, explorador; enamorado de Marie, investigadora, simpática, metódica; habitante de París en los álgidos tiempos revolucionarios. Al descubrir tu Ley de Lavoisier develaste el hilo confuso del origen: “no se crea la materia, tampoco se destruye, tan solo se transforma”. Y en ese proceso, las partículas de lo que fuiste reposan hoy en el libro, en el jardín, en la atmósfera, prestas a encontrar, dentro de cientos de años, el impulso que las una en un nuevo genio que descubra los recónditos misterios de las sustancias compuestas, y de sus elementos no tan simples, formadoras de objetos y de seres que reciclan el tiempo eternamente. | |||||||
Referencias | |||||||
1. UNIVERSIDAD DE GUANAJUATO, FACULTAD DE QUÍMICA. Antoine Laurent Lavoisier: Químico francés y padre de la química moderna. Revista Enlace Químico. No. 1, Julio 2005. Disponible en Internet: http://quimica.ugto.mx/revista/1/Lavosier.htm |
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