La disminución de la contaminación ambiental en las ladrilleras del estado de Guanajuato
The reduction of environmental pollution in the brick factories of the state of Guanajuato
Universidad Tecnológica de León Ver pantalla completa / Imprimir
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La disminución de la contaminación ambiental en las ladrilleras del estado de Guanajuato
Por: Mario García Córdoba
Introducción
Hasta el día de hoy, y a pesar de todos los esfuerzos encaminados a reducir la contaminación ambiental que generan las ladrilleras del estado de Guanajuato, no ha sido posible mitigarla, esto por la complejidad de la problemática en la que concurren diferentes factores, entre estos: la pobreza ancestral de la clase trabajadora dedicada a su elaboración, el precio bajísimo en el mercado del tabique, el nivel cultural y la preparación profesional de los patrones o dueños de las ladrilleras, la cultura de eficiencia extrema y explotación de nuestro mundo neoliberal entre otros motivos.
Tres factores que dan origen a la problemática
Hornos ineficientes, trabajo familiar y combustibles prohibidos. Los hornos para cocer el ladrillo son los que se han venido utilizando durante cientos de años, conocidos por hornos rectangulares o de campaña, fijos, que operan en forma intermitente y son muy ineficientes, gastando en la quema una grandísima cantidad de calorías que producen gases que se desperdician y contaminan el ambiente.
En los trabajos de preparación de la mezcla, modelado del ladrillo, carga y descarga del horno, el propietario o trabajador es ayudado por sus familiares (la esposa y los hijos pequeños) ya que por la pobreza y marginación de las áreas rurales en que esto se realiza, el trabajo se convierte en una tarea familiar, que contraviene los derechos humanos de los niños y adolescentes, generándoles un clima de desarrollo conductual negativo.
Diferentes materias primas son utilizadas para cocer el ladrillo, entre éstas: con leña o con un quemador de gas LP, o con un quemador de diesel, aceite usado de desecho automotriz, también se usan como combustible todo lo que es capaz de arder y producir calor, basura, como plásticos, papel o cartón y llantas de hule usadas. Algunos de estos combustibles están prohibidos por ordenamientos y leyes gubernamentales, pero habiendo tan sólo en el área de Abasolo más de trescientos cincuenta hornos, a las autoridades les es casi imposible vigilar que los productores cumplan con dichos ordenamientos y leyes, ya que obligarían al cierre de estas fuentes de empleo lo que ocasionaría un éxodo masivo a las ciudades de la masa de trabajadores, algunos analfabetas que engrosarían los cinturones de miseria y los cuerpos criminales por lo que soslayan la mencionada vigilancia y permiten la quema de artículos grandemente contaminantes, dicho en otras palabras la autoridad se encuentra entre la espada y la pared, lo que no le permite aplicar la ley anticontaminación.
Proceso de producción del ladrillo
Esta arcilla resultante se vierte en una cubeta de 18 litros y es llevada por un obrero hasta el área, donde sobre el piso está un bastidor que consiste en un grupo de celdas rectangulares, generalmente seis, hechas de madera de pino, el obrero llena dicho bastidor con el barro, también llamado “arcilla en bola” llenando empujando y rasando la arcilla en la parte superior. Una vez realizado procede a retirar el molde dejando ya los ladrillos hechos sobre el piso para la primera etapa de secado a la intemperie por un tiempo de un día.
Obrero desmoldando la adobera de seis ladrillos, en una ladrillera cercana a la ciudad de León. (El que esté trabajando descalzo pone en evidencia, su pobreza y marginación).(1)
Al siguiente día lo recogerá y acomodará en largas pilas de un metro cincuenta de alto dejando espacios entre ladrillo y ladrillo para que se seque al “aire” en un segundo tiempo de unos siete a ocho días del llamado secado al sol.
Ladrillos crudos, estibados para su secado. En una ladrillera cercana a la ciudad de León.
Una vez completado el proceso de secado se carga el horno rectangular, que consiste en, por decirlo de esta manera, una gran caja de 4 x 8 x 2.5 metros de alto o más que comúnmente es llamado “la campaña”.
Horno rectangular o campaña, de tiro ascendente.
En una ladrillera cercana a la ciudad de León.
Para poder cocer el ladrillo, a la cámara se le construye un hogar en la parte inferior de las mismas medidas de los lados de la parte superior pero de una de menor profundidad que oscila entre 1 o 1.5 m., dicho hogar que puede tener una o dos entradas para el material combustible (cualquier materia prima que pueda arder) y el aire necesario, que en algunas ocasiones es soplado con ventiladores movidos por un motor eléctrico, dentro del hogar y la cámara de cocción se realiza la estiba, esto es: acomodar los ladrillos unos sobre otros de canto y dejando pequeños espacios entre ellos para permitir que las llamas del hogar calienten los tabiques hasta su punto de transformación requerido. Los gases desprendidos de la quema y el vapor de agua circulan hasta la parte superior y se disipan en la atmósfera contaminándola.
Caja inferior de un horno. En una ladrillera cercana a la ciudad de León.
Algunos hornos (como el mostrado en las fotografías) se construyen sin la caja superior y los ladrillos acomodados hacen la función de ésta y no cuentan con una estructura inferior soportada por una serie de arcos que cargan el fondo de la parte superior, convenientemente espaciados y con ranuras a todo lo ancho para permitir el paso de los gases de la combustión, que se realiza con los materiales y combustibles citados anteriormente.
La búsqueda de una solución
Se han realizado diversos esfuerzos por algunas entidades gubernamentales para encontrar la solución al problema, entre éstos, se pueden citar los siguientes:
1. Investigación auspiciada por CONCYTEG (1998) en Cd. Juárez Chihuahua, durante ésta se construyó un horno circular en el que se realizaron varias quemas de ladrillos, llegando a una solución parcialmente satisfactoria con las recomendaciones a la modificación del horno y el tipo de combustible empleado.
2. El Gobierno del Estado, hace más de 10 años, proporcionó un tanque de gas LP y quemadores a varias ladrilleras de Abasolo, este esfuerzo fue abandonado por los ladrilleros por ser incosteable su operación, ya que incrementaba el precio del ladrillo.
3. Construcción de un horno experimental dentro de las instalaciones de la Facultad de Ciencias Químicas de la universidad de Guanajuato, se hicieron diferentes pruebas, en las que se diseñó un nuevo tipo de acomodo de los quemadores de gas LP, combinado con otro tipo de combustible. (Tereftalatos de polietileno, comúnmente llamado PET) (Mejía, 2005) este último combustible se obtendría reciclando envases que normalmente se tiran a la basura.
4. Construcción de hornos circulares en Tecate Baja california, Chihuahua, Durango, Querétaro y San Luis Potosí (Gonzáles, 2010).
5. Investigación por una alumna de la Universidad Tecnológica de León en 2005, para elaborar ladrillo ecológico a base de lodos residuales generados por el municipio de León (Cano, 2005).
Una solución que resuelve parcialmente el problema
Dos expertos en cerámica (Costales, 1960), documentaron dos soluciones más simples, encontradas a base de conocimientos empíricos por los ladrilleros de la República de Filipinas en 1960 ¡Hace 52 años¡ Hornos en declive y hornos circulares, que a base de investigaciones y pruebas técnicas realizadas, primero en Ciudad Juárez Chihuahua en una investigación auspiciada por CONCYTEG, con el llamado Horno Circular, y posteriormente, durante cuatro años en Baja California Norte, bajo el programa de Maestría del Colegio de la Frontera Norte, con los Hornos ecológicos MK. Se llegó a la misma conclusión que fuera practicada en el país asiático, desde hace ya tantos años.
Horno circular de tiro invertido, utilizado en la República de Filipinas (Croquis por el autor).
Recomendación final
Al parecer hasta el día de hoy no ha sido posible encontrar una solución viable que resuelva la problemática indicada en la introducción.
La conclusión a la que llegamos después de constatar que las diferentes soluciones propuestas de las diferentes investigaciones no son totalmente prácticas o están incompletas, es la siguiente: continuar experimentando cómo hacer más eficiente el sistema de quemado y mecanizar el proceso artesanal de producción para volverlo más rentable.
(1) La investigación realizada sobre este tema, desde hace varios años, permite afirmar que las condiciones de trabajo (estar descalzo) evidencia la pobreza y marginación de la gente que trabaja en las ladrilleras de Guanajuato (existen ladrilleras en el país en que las condiciones de trabajo no son tan marginales como las de este Estado); esto ha sido reflejado en varios reportajes (revísese la nota publicada por el periódico Guanajuato hoy, con fecha 22 de abril de 1999) en que se expone con más amplitud las condiciones de trabajo en que las familias de estos lugares laboran cada día.
Referencias
Reporte final de investigación para CONCYTEG: Martínez Gloria, “Estado del arte de la fabricación de ladrillo y búsqueda de soluciones para evitar la contaminación ambiental”, Inst. Tecnológico de Celaya, México, 1998.
Mejía Ordaz O., “Obtención de materiales compuestos a partir del reciclaje de tereftalatos de polietileno (PET) y arcillas para su uso en construcción de viviendas”, Universidad de Guanajuato, (G405) México 2005.
González Paula, “La introducción de hornos ecológicos en una comunidad ladrillera: Factores de adopción y resistencia al cambio tecnológico”, El colegio de la frontera norte, México 2010.
Costales F., y Olson D. “Cerámica para escuelas y pequeñas industrias”, Edit. CECSA, 1ª Edición, México 1960.
Tesinas
Cano F. Mayra, “Elaborar la propuesta para la fabricación del ladrillo ecológico”, Universidad Tecnológica de León, México, 2005.
Alcalá L., “Diagnóstico de la situación actual y problemáticas de la industria ladrillera que opera en el municipio de León Gto.”, UTL, México. 2001.
Rodríguez O., “Búsqueda de un sitio adecuado para la ubicación de la industria ladrillera en el municipio de San Francisco del Rincón Gto.”, UTL, México 2000.
En este artículo se analiza el desarrollo de la industria ladrillera del estado de Guanajuato, en los últimos 50 años, llegándose a la conclusión de que la problemática es muy compleja, prueba de ello es que no ha sido posible resolverla, en ésto concurren diferentes factores, como son: la pobreza de la clase trabajadora, el sistema de libre mercado que obliga a los productores a vender el producto a un precio bajísimo, la falta de una adecuada capacitación técnica de los patrones y la impotencia del gobierno, para orquestar un esfuerzo educacional, social, económico, de desarrollo científico y control de precios opuesto al neoliberalismo.
Finalmente queda como una propuesta el continuar investigando los métodos de producción y la mecanización de los procesos de la fabricación del ladrillo.
Hasta el día de hoy, y a pesar de todos los esfuerzos encaminados a reducir la contaminación ambiental que generan las ladrilleras del estado de Guanajuato, no ha sido posible mitigarla, esto por la complejidad de la problemática en la que concurren diferentes factores, entre estos: la pobreza ancestral de la clase trabajadora dedicada a su elaboración, el precio bajísimo en el mercado del tabique, el nivel cultural y la preparación profesional de los patrones o dueños de las ladrilleras, la cultura de eficiencia extrema y explotación de nuestro mundo neoliberal entre otros motivos.
Tres factores que dan origen a la problemática
Hornos ineficientes, trabajo familiar y combustibles prohibidos. Los hornos para cocer el ladrillo son los que se han venido utilizando durante cientos de años, conocidos por hornos rectangulares o de campaña, fijos, que operan en forma intermitente y son muy ineficientes, gastando en la quema una grandísima cantidad de calorías que producen gases que se desperdician y contaminan el ambiente.
En los trabajos de preparación de la mezcla, modelado del ladrillo, carga y descarga del horno, el propietario o trabajador es ayudado por sus familiares (la esposa y los hijos pequeños) ya que por la pobreza y marginación de las áreas rurales en que esto se realiza, el trabajo se convierte en una tarea familiar, que contraviene los derechos humanos de los niños y adolescentes, generándoles un clima de desarrollo conductual negativo.
Diferentes materias primas son utilizadas para cocer el ladrillo, entre éstas: con leña o con un quemador de gas LP, o con un quemador de diesel, aceite usado de desecho automotriz, también se usan como combustible todo lo que es capaz de arder y producir calor, basura, como plásticos, papel o cartón y llantas de hule usadas. Algunos de estos combustibles están prohibidos por ordenamientos y leyes gubernamentales, pero habiendo tan sólo en el área de Abasolo más de trescientos cincuenta hornos, a las autoridades les es casi imposible vigilar que los productores cumplan con dichos ordenamientos y leyes, ya que obligarían al cierre de estas fuentes de empleo lo que ocasionaría un éxodo masivo a las ciudades de la masa de trabajadores, algunos analfabetas que engrosarían los cinturones de miseria y los cuerpos criminales por lo que soslayan la mencionada vigilancia y permiten la quema de artículos grandemente contaminantes, dicho en otras palabras la autoridad se encuentra entre la espada y la pared, lo que no le permite aplicar la ley anticontaminación.
Proceso de producción del ladrillo
Para comprender la problemática planteada en la introducción, es necesario describir el proceso de elaboración del ladrillo de arcilla, ésta se obtiene de bancos cercanos a la ladrillera utilizando la capa arable de las tierras de cultivo, siendo este el primer problema que se genera, pues la tierra queda estéril. Luego se transporta y se amontona para romper terrones, extraerle pequeñas piedrecillas, cernirla y mezclarla con arena, aserrín, agua y, en ocasiones, estiércol de ganado.
Esta arcilla resultante se vierte en una cubeta de 18 litros y es llevada por un obrero hasta el área, donde sobre el piso está un bastidor que consiste en un grupo de celdas rectangulares, generalmente seis, hechas de madera de pino, el obrero llena dicho bastidor con el barro, también llamado “arcilla en bola” llenando empujando y rasando la arcilla en la parte superior. Una vez realizado procede a retirar el molde dejando ya los ladrillos hechos sobre el piso para la primera etapa de secado a la intemperie por un tiempo de un día.
Obrero desmoldando la adobera de seis ladrillos, en una ladrillera cercana a la ciudad de León. (El que esté trabajando descalzo pone en evidencia, su pobreza y marginación).(1)
Al siguiente día lo recogerá y acomodará en largas pilas de un metro cincuenta de alto dejando espacios entre ladrillo y ladrillo para que se seque al “aire” en un segundo tiempo de unos siete a ocho días del llamado secado al sol.
Ladrillos crudos, estibados para su secado. En una ladrillera cercana a la ciudad de León.
Una vez completado el proceso de secado se carga el horno rectangular, que consiste en, por decirlo de esta manera, una gran caja de 4 x 8 x 2.5 metros de alto o más que comúnmente es llamado “la campaña”.
Horno rectangular o campaña, de tiro ascendente.
En una ladrillera cercana a la ciudad de León.
Para poder cocer el ladrillo, a la cámara se le construye un hogar en la parte inferior de las mismas medidas de los lados de la parte superior pero de una de menor profundidad que oscila entre 1 o 1.5 m., dicho hogar que puede tener una o dos entradas para el material combustible (cualquier materia prima que pueda arder) y el aire necesario, que en algunas ocasiones es soplado con ventiladores movidos por un motor eléctrico, dentro del hogar y la cámara de cocción se realiza la estiba, esto es: acomodar los ladrillos unos sobre otros de canto y dejando pequeños espacios entre ellos para permitir que las llamas del hogar calienten los tabiques hasta su punto de transformación requerido. Los gases desprendidos de la quema y el vapor de agua circulan hasta la parte superior y se disipan en la atmósfera contaminándola.
Caja inferior de un horno. En una ladrillera cercana a la ciudad de León.
Algunos hornos (como el mostrado en las fotografías) se construyen sin la caja superior y los ladrillos acomodados hacen la función de ésta y no cuentan con una estructura inferior soportada por una serie de arcos que cargan el fondo de la parte superior, convenientemente espaciados y con ranuras a todo lo ancho para permitir el paso de los gases de la combustión, que se realiza con los materiales y combustibles citados anteriormente.
La búsqueda de una solución
Se han realizado diversos esfuerzos por algunas entidades gubernamentales para encontrar la solución al problema, entre éstos, se pueden citar los siguientes:
1. Investigación auspiciada por CONCYTEG (1998) en Cd. Juárez Chihuahua, durante ésta se construyó un horno circular en el que se realizaron varias quemas de ladrillos, llegando a una solución parcialmente satisfactoria con las recomendaciones a la modificación del horno y el tipo de combustible empleado.
2. El Gobierno del Estado, hace más de 10 años, proporcionó un tanque de gas LP y quemadores a varias ladrilleras de Abasolo, este esfuerzo fue abandonado por los ladrilleros por ser incosteable su operación, ya que incrementaba el precio del ladrillo.
3. Construcción de un horno experimental dentro de las instalaciones de la Facultad de Ciencias Químicas de la universidad de Guanajuato, se hicieron diferentes pruebas, en las que se diseñó un nuevo tipo de acomodo de los quemadores de gas LP, combinado con otro tipo de combustible. (Tereftalatos de polietileno, comúnmente llamado PET) (Mejía, 2005) este último combustible se obtendría reciclando envases que normalmente se tiran a la basura.
4. Construcción de hornos circulares en Tecate Baja california, Chihuahua, Durango, Querétaro y San Luis Potosí (Gonzáles, 2010).
5. Investigación por una alumna de la Universidad Tecnológica de León en 2005, para elaborar ladrillo ecológico a base de lodos residuales generados por el municipio de León (Cano, 2005).
Una solución que resuelve parcialmente el problema
Dos expertos en cerámica (Costales, 1960), documentaron dos soluciones más simples, encontradas a base de conocimientos empíricos por los ladrilleros de la República de Filipinas en 1960 ¡Hace 52 años¡ Hornos en declive y hornos circulares, que a base de investigaciones y pruebas técnicas realizadas, primero en Ciudad Juárez Chihuahua en una investigación auspiciada por CONCYTEG, con el llamado Horno Circular, y posteriormente, durante cuatro años en Baja California Norte, bajo el programa de Maestría del Colegio de la Frontera Norte, con los Hornos ecológicos MK. Se llegó a la misma conclusión que fuera practicada en el país asiático, desde hace ya tantos años.
Horno circular de tiro invertido, utilizado en la República de Filipinas (Croquis por el autor).
Recomendación final
Al parecer hasta el día de hoy no ha sido posible encontrar una solución viable que resuelva la problemática indicada en la introducción.
La conclusión a la que llegamos después de constatar que las diferentes soluciones propuestas de las diferentes investigaciones no son totalmente prácticas o están incompletas, es la siguiente: continuar experimentando cómo hacer más eficiente el sistema de quemado y mecanizar el proceso artesanal de producción para volverlo más rentable.
(1) La investigación realizada sobre este tema, desde hace varios años, permite afirmar que las condiciones de trabajo (estar descalzo) evidencia la pobreza y marginación de la gente que trabaja en las ladrilleras de Guanajuato (existen ladrilleras en el país en que las condiciones de trabajo no son tan marginales como las de este Estado); esto ha sido reflejado en varios reportajes (revísese la nota publicada por el periódico Guanajuato hoy, con fecha 22 de abril de 1999) en que se expone con más amplitud las condiciones de trabajo en que las familias de estos lugares laboran cada día.
Referencias
Reporte final de investigación para CONCYTEG: Martínez Gloria, “Estado del arte de la fabricación de ladrillo y búsqueda de soluciones para evitar la contaminación ambiental”, Inst. Tecnológico de Celaya, México, 1998.
Mejía Ordaz O., “Obtención de materiales compuestos a partir del reciclaje de tereftalatos de polietileno (PET) y arcillas para su uso en construcción de viviendas”, Universidad de Guanajuato, (G405) México 2005.
González Paula, “La introducción de hornos ecológicos en una comunidad ladrillera: Factores de adopción y resistencia al cambio tecnológico”, El colegio de la frontera norte, México 2010.
Costales F., y Olson D. “Cerámica para escuelas y pequeñas industrias”, Edit. CECSA, 1ª Edición, México 1960.
Tesinas
Cano F. Mayra, “Elaborar la propuesta para la fabricación del ladrillo ecológico”, Universidad Tecnológica de León, México, 2005.
Alcalá L., “Diagnóstico de la situación actual y problemáticas de la industria ladrillera que opera en el municipio de León Gto.”, UTL, México. 2001.
Rodríguez O., “Búsqueda de un sitio adecuado para la ubicación de la industria ladrillera en el municipio de San Francisco del Rincón Gto.”, UTL, México 2000.
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